domingo, 1 de mayo de 2011

Ser más niños para ser más creativos

Ser más niños para ser más creativos

La capacidad de innovar se va perdiendo con el paso del tiempo, dice la mercadóloga Gaby Arriaga; para volver a desarrollar tu creatividad observa a un niño y recuerda cómo eras en tu infancia.


Por: Gaby Arriaga*
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión.com) — "Cada niño es un artista. El problema es lograr mantenernos artistas cuando crecemos". Picasso

"Cuando reviso mis métodos de pensamiento, llego a la conclusión de que el don de la fantasía ha significado más para mí que cualquier otro talento del pensamiento abstracto". Einstein

Aprovechando el festejo a los niños en estos días, también deberíamos celebrar la creatividad, el ingenio y la fantasía que los caracteriza.

Frecuentemente se escucha en las reuniones de trabajo a personas que antes de expresarse, se disculpan con una frase como "Voy a dar una idea, aunque yo no sea creativo". La educación tradicional que premia la obediencia y no la creatividad ha sido en parte culpable de este temor de compartir una idea que suene un poco distinta a lo que opina el grupo.

A pesar de que existen distintas técnicas para desbloquear esos candados creativos y ser más valientes para expresar una idea, a veces es tan sencillo como observar los comportamientos básicos de los niños y replicarlos en la vida diaria.

  • Cuestionamientos constantes

El desconocimiento de cómo funciona el mundo -o cómo los adultos decimos que funciona- hace que constantemente se planteen preguntas como: ¿Por qué la gente se preocupa tanto por el tiempo? ¿Cómo están tan seguros de que los sabores nos saben igual a todos? No tienen miedo a desafiar lo establecido ni ser lo que muchos considerarían impertinentes.

  • Libre asociación de ideas

Conectan una idea con otra de forma libre y sin ningún filtro. No tienen problema en pensar qué tienen en común una gaviota con un martillo por ejemplo. En pocos segundos encuentran una relación entre elementos que aparentemente no tienen nada entre sí.

  • Espontaneidad para expresar una nueva idea

En cuanto ocurre un chispazo de creatividad, la expresan inmediatamente. No esperan ningún turno ni protocolo. Mucho menos se detienen a pensar si la idea es buena o no antes de expresarla.

  • Uso de distintos medios de expresión

Los niños le hacen saber al mundo lo que les acontece, lo que se imaginan y lo que les gustaría que sucediera en formas no verbales, como el dibujo. No se cuestionan si saben dibujar, bailar o redactar para plasmar sus ideas.

  • Buscan respuestas alternas

Si no tienen la respuesta incluso a sus propias preguntas, imaginan una solución lo suficientemente original para sorprendernos a los adultos, incluso cuando pensamos que lo entendemos todo. Para probarlo basta con preguntarle a un niño cómo funciona Internet.

Irónicamente, uno de los principales problemas que tenemos como adultos para generar nuevas propuestas es todo el conocimiento que hemos adquirido. Tom Ward, un investigador especializado en creatividad, le pidió a un grupo de adultos que dibujara un extraterrestre y todos ellos lo hicieron tomando como referencia formas animales de nuestro planeta. La mayoría trazó cuerpos simétricos, dos ojos y extremidades en sus costados. Fue muy claro que, como adultos, cuando se nos pide una nueva idea, automáticamente recurrimos a referencias ya conocidas.

Para emular esa capacidad inventiva de los niños se pueden empezar a ver resultados con tan sólo recordar cómo se era en la infancia. Para probarlo, científicos de la Universidad de Dakota del Norte publicaron un estudio llamado: 'Juego de niños: Facilitando la originalidad de los resultados creativos mediante la manipulación'. Este consistió en reunir a estudiantes universitarios que fueron divididos en dos grupos. A uno se le dio la instrucción de imaginar que eran niños de siete años de edad que podían ausentarse de la escuela por un día. Debían responder ¿qué harían? ¿A dónde irían? ¿A quién irían a ver? Al segundo grupo se le dio la misma instrucción, omitiendo que son niños de siete años. Ellos no se asumieron ser niños sino universitarios. Después de escribir sus respuestas se les aplicaron retos creativos, como inventar otros usos para neumáticos viejos o completar dibujos. El primer grupo obtuvo las notas más altas en términos de originalidad de ideas.

Evidentemente, los resultados mejorarán si se practica ser niño con mayor frecuencia. Actividades sencillas como hablar con personas diferentes, leer un cuento, imaginarse animales en las nubes o hacer figuras en la arena, harán tener una perspectiva fresca e ingeniosa de la realidad y que, como valor agregado, dejan un grato sabor de boca.

* La autora es mercadóloga y maestra en Administración con 10 años de experiencia en agencias de publicidad multinacionales en México y España. Es parte del comité directivo de la Account Planning Group México. Actualmente es fundadora y Directora General de la compañía de inspiración e innovación L1452.

Fuente: http://www.cnnexpansion.com/opinion/2011/04/28/ser-mas-ninos-para-ser-mas-creativos

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